Reemplazo total de rodilla

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El reemplazo total de rodilla, también llamado artroplastia total de rodilla, es un procedimiento quirúrgico en el cual las superficies desgastadas o dañadas de la articulación de la rodilla se eliminan y se reemplazan con partes artificiales.

La cirugía de reemplazo total de rodilla está comúnmente indicada para la osteoartritis severa de la rodilla. La osteoartritis es la forma más común de artritis de rodilla en la cual el cartílago articular se desgasta gradualmente. A menudo afecta a las personas mayores.

En una articulación normal, el cartílago articular permite un movimiento suave dentro de la articulación, mientras que en una rodilla artrítica, el cartílago se vuelve más delgado o está completamente ausente. Además, los huesos se vuelven más gruesos alrededor de los bordes de la articulación y pueden formar espuelas óseas. Estos factores pueden causar dolor y restringir el rango de movimiento en la articulación.

Su médico puede recomendarle un reemplazo total de rodilla si tiene:

  • Dolor intenso en la rodilla que limita sus actividades diarias (como caminar, levantarse de una silla o subir escaleras).
  • Dolor moderado a intenso que ocurre durante el descanso o que lo despierta por la noche.
  • Inflamación e inflamación crónica de la rodilla que no se alivia con reposo o medicamentos.
  • No obtener alivio del dolor de medicamentos, inyecciones, fisioterapia u otros tratamientos conservadores.
  • Deformidad de rodilla con patas arqueadas

Causas de la Osteoartitris

Se desconoce la causa exacta de la osteoartritis, sin embargo, hay varios factores que se asocian comúnmente con el inicio de la artritis y pueden incluir:

  • Lesión o trauma en la articulación.
  • Fracturas en la articulación de la rodilla.
  • Aumento de peso corporal
  • Uso excesivo repetitivo
  • Infección articular
  • Inflamación de la articulación
  • Trastornos del tejido conectivo.

Diagnóstico de la Osteoartitris

Su médico diagnosticará la osteoartritis según el historial médico, el examen físico y las radiografías, estas generalmente muestran un estrechamiento del espacio articular en la rodilla artrítica.

Su médico puede recomendar una cirugía si las opciones de tratamiento no quirúrgico no han logrado aliviar los síntomas.

Cirugía

El objetivo de la cirugía de reemplazo total de rodilla es aliviar el dolor y restaurar la alineación y la función de la rodilla.

La cirugía se realiza bajo anestesia espinal o general. Su cirujano hará una incisión en la piel sobre la rodilla afectada para exponer la articulación de la rodilla. Luego, las porciones dañadas del hueso del fémur se cortan en ángulos apropiados utilizando plantillas especializadas. El componente femoral se une al extremo del fémur con o sin cemento óseo.

Luego, el cirujano corta o afeita el área dañada de la tibia y el cartílago. Esto elimina la parte deformada del hueso y cualquier crecimiento óseo, además de crear una superficie lisa sobre la cual se pueden unir los implantes. A continuación, el componente tibial se asegura al extremo del hueso con cemento óseo o tornillos.

Su cirujano colocará una pieza de plástico llamada superficie articular entre los implantes para proporcionar una superficie de deslizamiento suave para el movimiento. Este inserto de plástico soportará el peso del cuerpo y permitirá que el fémur se mueva sobre la tibia, como el cartílago del menisco original.

El fémur y la tibia con los nuevos componentes se unen para formar la nueva articulación de la rodilla.

Para asegurarse de que la rótula se deslice suavemente sobre la nueva rodilla artificial, su superficie posterior también está preparada para recibir un componente de plástico.

Con todos los componentes nuevos en su lugar, la articulación de la rodilla se prueba a través de su rango de movimiento. Toda la articulación se irriga y se limpia con una solución estéril. La incisión se cierra cuidadosamente; se insertan drenajes y se coloca un vendaje estéril sobre la incisión.

Cuidado post-operatorio

La rehabilitación comienza inmediatamente después de la cirugía. Un fisioterapeuta le enseñará ejercicios específicos para fortalecer su pierna y restaurar el movimiento de la rodilla. Los inmovilizadores de rodilla se utilizan para estabilizar la rodilla. Podrá caminar con muletas o un andador. Se puede usar una máquina de movimiento pasivo continuo (MPC) para mover la articulación de la rodilla. El movimiento pasivo continuo es un dispositivo conectado a la pierna tratada que mueve constantemente la articulación a través de un rango de movimiento controlado, mientras el paciente se relaja. Su fisioterapeuta también le proporcionará un programa de ejercicios en el hogar para fortalecer los músculos de los muslos y las pantorrillas.

 

Riesgos y complicaciones

Al igual que con cualquier cirugía mayor, los posibles riesgos y complicaciones asociados con la cirugía de reemplazo total de rodilla incluyen:

  • Rigidez de la rodilla
  • Infección
  • Coágulos de sangre (trombosis venosa profunda)
  • Daño a los nervios y vasos sanguíneos
  • Lesiones del ligamento
  • Luxación de la rótula
  • Revestimiento de plástico desgastado
  • Aflojamiento del implante.

Si le resulta difícil realizar actividades simples, como caminar o subir escaleras debido a su intenso dolor artrítico de rodilla, el reemplazo total de rodilla puede ser una opción para usted. Es un procedimiento seguro y efectivo para aliviar el dolor, corregir la deformidad de las piernas y ayudarlo a reanudar sus actividades normales de la vida diaria